Los israelitas siguen rebelándose y son obligados a vagar por el desierto durante cuarenta años. Solo sus hijos entrarán a la tierra. ¿Alguna vez aprenderán?
En su camino hacia la tierra prometida, Israel se rebela contra Dios una y otra vez. Dios responde con severidad a corto plazo y generosidad a largo plazo, lo que habla de la fidelidad a su pacto.
Después de siglos de vivir en tierras extranjeras, los israelitas están listos para terminar en la tierra que Dios le prometió a Abraham. Pero poco después de haber partido hacia Canaán, Israel comenzó a quejarse, a pecar e, incluso, a incitar a una rebelión contra Moisés y Aarón en la presencia de Dios. Once días de viaje por el desierto se convierten en 40 años debido a su incredulidad, sólo sus hijos podrán entrar a la tierra prometida. Cansado y frustrado, incluso Moisés se rebela contra el mandato de Dios y se le prohíbe entrar a la tierra prometida.
Cada vez que Israel se rebela, Dios despliega conjuntamente su justicia y su misericordia. Un profeta pagano es contratado para que maldiga a Israel, pero él sólo escucha palabras de bendición de parte de Dios. Aunque ellos son rebeldes, Dios sigue demostrándoles su increíble amor y provisión. El libro de Números se convierte en una advertencia y un estímulo para que sigamos a Dios y confiemos en que él tiene un buen plan para su pueblo.