Malaquías expone la corrupción de Israel, pero también ofrece esperanza. Incluso después del exilio, Dios promete purificar un remanente fiel y establecer una nueva Jerusalén.
¿Los humanos pecaminosos pueden llegar a ser fieles?
Cien años después del exilio, los israelitas que habían regresado a Jerusalén se habían vuelto tan malvados y corruptos como sus antepasados. El libro de Malaquías trata sus pecados: ellos han corrompido el sistema de sacrificios, acumulado dinero y adorado a dioses extranjeros. Pero, a pesar de todo eso, Dios no olvida sus promesas de liberar a su pueblo y establecer una nueva Jerusalén.
Palabras finales sobre el futuro mesías
El libro de Malaquías resume lo que toda la Biblia hebrea ha señalado: el pueblo de Dios no puede ser fiel al pacto. Han fracasado una y otra vez. Y aunque Dios lidiará con su pecado, no los abandonará. Él promete redimir a un remanente y enviar un mesías para que cumpla sus promesas del pacto.