El libro de Josué muestra la fidelidad de Dios a su pacto con los israelitas cuando finalmente se establecen en la tierra prometida a Abraham. Este libro señala la importancia de la obediencia al pacto antes, durante y después de que Dios cumpla sus promesas.
La tierra prometida
Al comienzo del libro de Josué, este es nombrado como el nuevo líder de Israel, un nuevo Moisés. Él ordena la obediencia al pacto, envía espías a la tierra y lleva al pueblo de Israel a través de las aguas del río Jordán. Allí, Josué se encuentra con un comandante celestial que deja claro que las batallas que se desarrollarán en este libro no son de Israel contra otras naciones, sino que tienen que ver con que Dios cumpla su promesa a la familia de Abraham.
En las batallas que se libran, Israel aprende por las malas a caminar con fidelidad al pacto. Mientras tanto, algunos de los cananeos se rinden, mientras que la mayoría trata de aniquilar a los israelitas. La justicia que Dios ejecuta sobre la maldad humana encuentra una expresión única en Josué cuando Dios expulsa a los cananeos. Después de haber derrotado a sus enemigos, el pueblo de Israel divide la tierra por tribus y recibe las últimas palabras de desafío de Josué a permanecer fiel al pacto.