Hageo alienta a los que acaban de regresar del exilio a que permanezcan fieles, obedientes y esperanzados en la promesa de Dios de una nueva Jerusalén.
Los exiliados que acaban de regresar enfrentan dificultades en sus esfuerzos por reconstruir el templo, además, les cuesta mantenerse fieles después de tanta pérdida y decepción. El profeta Hageo asegura al pueblo de que sus esfuerzos y fidelidad serán bendecidos. Dios algún día construirá una nueva Jerusalén y vivirá entre su pueblo.
La reconstrucción de Jerusalén
Babilonia conquistó al pueblo de Israel porque este rompió su pacto con Dios mediante la idolatría y la injusticia. El libro de Hageo fue escrito 70 años después de este exilio profetizado y narra la experiencia de un pequeño grupo de israelitas, liderado por Josué y Zorobabel.