Explora la compleja identidad de Dios en la historia general de la Biblia y las implicaciones que plantea un Dios que existe en un estado constante de amor comunal.
Preguntas para la reflexión personal o conversación grupal:
Compara y contrasta Génesis 1:1-3 y Juan 1:1-5. ¿Cómo se describe a Dios en estos dos pasajes?
Lee Proverbios 3:19, Éxodo 35:30-32 y Colosenses 2:2-6. Analiza cómo el ser trino de Dios usa la sabiduría para construir lugares donde pueda estar con su pueblo en unidad. ¿Qué observas?
Presta atención a la visión de Dios en Daniel 7:9-14. ¿Con qué crees que se está conectando Jesús cuando se identifica como el Hijo del Hombre en Juan 9:35-38?
Fíjate en algunas de las formas en que se nos invita a asociarnos con la identidad de realeza y trinitaria de Dios según Juan 15:9-12, Filipenses 2:5-11 y Efesios 1:15-23. Analiza ejemplos de lo que los colaboradores de Dios están invitados a imaginar, confiar, hablar y hacer en estos pasajes.
Tómense un tiempo para hablar sobre otros temas, preguntas o conclusiones clave de lo que aprendieron juntos.
Si hicieras esta pregunta en una sala llena de gente, obtendrías todo tipo de respuestas. Una respuesta común incluso podría ser que Dios es una deidad todopoderosa, el tipo grande que está arriba. Pero, ¿qué significa realmente la palabra “dios” en la Biblia?
Un Dios complejo revelado por medio de Jesús
Jesús afirmó ser la encarnación del Dios de la Biblia en forma humana. Él nos es presentado como distinto de Dios y también Dios. Él se dirigía a Dios como "mi Padre", pero también afirmó que él y el Padre son uno. Y cuando Jesús experimentó el amor del Padre, fue a través de la presencia personal del Espíritu, que es uno con Jesús y el Padre, pero distinto de ambos. Y aunque nuestras mentes no son plenamente capaces de comprender a un ser que es uno y más de uno, ese es precisamente el retrato de Dios que se nos presenta en la historia de la Biblia.
Las Escrituras hebreas nos prepararon para el concepto de un Dios que es una unidad compleja y el Nuevo Testamento afirma que en Jesús vemos el retrato más perfecto del Creador, que es una comunidad eterna de amor unificado: el que es tres y uno.
Una invitación
Este no es un concepto fácil de entender, pero la historia bíblica no nos pide que simplemente comprendamos la idea de Dios. Más bien, en la historia de Jesús se nos invita a conocer y ser conocidos por este ser y a ser partícipes de su amor eterno.