Eclesiastés pinta un cuadro de la vida que puede parecer sombrío. Pero a pesar de la muerte y la injusticia, la esperanza puede encontrarse en la sabiduría y el temor al Señor.
Eclesiastés enseña que la vida es aleatoria e incontrolable, así que, ¿cómo podemos vivir bien bajo estas circunstancias? Para el autor de Eclesiastés, cualquier intento de tratar de controlar nuestras vidas es inútil, pero la vida misma no lo es. Aunque la vida esté llena de hevel, hay alegría en disfrutar de buena compañía y de una buena comida, en dedicarse a la jardinería y contribuir a nuestra comunidad y, en general, en aceptar hevel y confiar en que Dios tiene el control de cosas que ni siquiera podemos empezar a entender.
El libro de Eclesiastés es la respuesta del autor al libro de Proverbios. Desde su perspectiva, la vida no es tan simple como temer a Dios y elegir la sabiduría. La vida es efímera e impredecible y nuestra existencia dura sólo un instante en el tiempo. En sus palabras, “todo es hevel”. Entonces, ¿tiene sentido alguno? Sí, pero puede que te sorprenda.